Antología de poetas líricos castellanos desde la formación del idioma hasta nuestros días, Volume 11

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Marcelino Menéndez y Pelayo
Viuda de Hernando y ca, 1903 - 14 pages
 

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Popular passages

Page 230 - Eso que decís, buen rey, véolo mal aliñado; vos venís en gruesa muía, yo en ligero caballo; vos traéis sayo de seda, yo traigo un arnés tranzado; vos traéis alfanje de oro, yo traigo lanza en mi mano; vos traéis cetro de rey, yo un venablo acerado; vos con guantes olorosos, yo con los de acero claro; vos con la gorra de fiesta, yo con un casco afinado; vos traéis ciento de muía, yo trescientos de caballo.
Page 353 - Castellanos; mátente con aguijadas, no con lanzas ni con dardos; con cuchillos cachicuernos, no con puñales dorados; abarcas traigan calzadas, que no zapatos con lazo; capas traigan aguaderas, no de contray ni frisado; con camisones de estopa, no de Holanda ni labrados; caballeros vengan en burras, que no en muías ni en caballos; frenos traigan de cordel, que no cueros fogueados.
Page 359 - El moro desque la vido con ella bien se folgaba; grandes gritos da al barquero que le allegase la barca: el barquero es diligente, túvosela aparejada; embarcóse presto en ella, que no se detuvo nada.
Page 167 - El rey va tan desmayado, que sentido no tenía; muerto va de sed y hambre, que de velle era mancilla; iba tan tinto de sangre, que una brasa parecía. Las armas lleva abolladas, que eran de gran pedrería; la espada lleva hecha sierra de los golpes que tenía; el almete, de abollado, en la cabeza se hundía; la cara llevaba hinchada del trabajo que sufría.
Page 351 - Por aquel postigo viejo que nunca fuera cerrado vi venir pendón bermejo con trescientos de caballo, en medio de los trescientos viene un monumento armado, y dentro del monumento viene un cuerpo de un finado.
Page 101 - DE ESTA VILLA * ¡Ay!, un galán de esta villa, ¡ay!, un galán de esta casa, ¡ay!, de lejos que venía, ¡ay!, de lejos que llegaba.
Page 168 - Cava dormía dentro de una rica tienda de oro bien guarnecida. Trescientas cuerdas de plata que la tienda sostenían; dentro había cien doncellas vestidas a maravilla: las cincuenta están tañendo con muy extraña armonía, las cincuenta están cantando con muy dulce melodía. Allí...
Page 359 - Adiós, adiós, mi señora, la mi linda enamorada, que del caballo Babieca yo bien oigo la patada. Do la yegua pone el pie, Babieca pone la pata. Allí hablara el caballo, bien oiréis lo que hablaba: — ¡Reventar debía la madre, que a su hijo no esperaba!
Page 353 - Allí hablara el buen Cid, — estas palabras dijera: "Vuestra hermana es, señor, — vuestra hermana es aquella." "Si mi hermana es," dijo el rey — " ¡ fuego malo encienda en ella ! llámenme mis ballesteros; — tírenle sendas saetas, ya aquel que la errare — que le corten la cabeza.
Page 85 - Doña Lambra, que esto oyera, bajóse muy enojada; sin aguardar a los suyos, fuese para su posada; halló en ella a don Rodrigo, de esta manera le habla: — Yo me estaba en Barbadillo, en esa mi heredad; mal me quieren en Castilla los que me habían de aguardar.